martes, 27 de mayo de 2008

viernes, 23 de mayo de 2008

Cápsulas

La resolución 181 de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas decidió que en la zona de la Palestina, otrora dominio británico, se establecieran dos estados: el israelí y el palestino.

Esa posición del citado organismo mundial se adoptó el 29 de noviembre de 1947, y parecía que sería una especie de solución “salomónica a la crisis violenta entre judíos y árabes.

Al año siguiente, se creó el estado de Israel, que hoy es, 60 años más tarde, un estado modelo, paradigmático, digno de ser imitado y una especie de vitrina de hasta dónde puede llegar un pueblo perseguido en sus justos afanes de tener una patria negada por siglos.

Los judíos de todo el mundo vieron allí la tierra prometida, el Canaán moderno, el suelo de Moisés y de Josué, y así comenzó el viaje internacional hacia ese lugar, sumándose los repatriados a los judíos que ya vivían en esa zona.

Los judíos estamos celebrando, repito, el 60 aniversario de la fundación de nuestro Estado, convertido en un milagro de progreso, de desarrollo, de superación, de democracia y de la fuerza de una raza y una religión empeñada en lograr un puesto de importancia en el mapa mundi.

Cuando digo nosotros es porque yo soy judío, ya que mi familia es sefardita o sefardí, llamados también judíos blancos que llegaron aquí procedentes de las islas Canarias y formaron la Villa Blanca, después San Carlos.

Yo creo que nosotros, los judíos, debemos estar orgullosos de tener un Estado que es ejemplo para el mundo, y que el mundo debe tomar ese Estado como marco de referencia en cuanto a superación.

Tras siglos de persecuciones, asesinatos, deportaciones, pogromos, campos de exterminio y toda una variedad maldita de agresiones contra los judíos, la perseverancia, el esfuerzo, el sacrificio, la lucha, la coherencia, la verticalidad, el valor, la firmeza y la capacidad permitieron a los judíos tener su tierra, su destino, su patria, su Estado.

Son 60 años de conquistas que van de la literatura a la ciencia, de la política a la filosofía, de la agricultura a la minería, de lo militar a los partidos políticos, de la lucha armada al periodismo cuestionador, de la diplomacia a la música, en fin, de empezar en cero hasta llegar a 100 en las notas del examen general.

Sólo una raza superior era capaz de hacer, en apenas unos 21 mil kilómetros cuadrados y poco menos de 7 millones de habitantes al día de hoy, un Estado modelo en medio del desierto, la arena, la falta de agua, las guerras, los adversarios, etcétera.

Israel es uno de los países más importantes del mundo, cuando se trata de uno de los países más pequeños y menos populosos, por lo que no es difícil colegir que estamos en presencia de una de las grandes hazañas de la humanidad.

Pero… 60 años después no se cumple la otra parte de la resolución de la ONU que creó también el estado Palestino, al estado de gente sufrida, perseguida, acosada, asesinada, relegada, maltratada y habiendo padecido un martirologia igual que el sufrido por nosotros, los judíos.

Las clases dominantes de Israel, con el apoyo de Estados Unidos, se niegan a cumplir la mencionada resolución de la ONU, reiterada 7 veces a través de estos 60 años, mientras sigue el exterminio de los palestinos, el genocidio palestino, el Holocausto palestino.

¿Cuándo será que los palestinos tendrán su Estado y podrán celebrar con sus primos israelitas la culminación de ese proceso que comenzó el 29 de noviembre de 1947?

¡Qué abuso! ¡Qué crimen de lesa humanidad!

Cápsulas

POR ALVARO ARVELO HIJO
Uno de los premios más importantes que se entregan en el país se llama “El Soberano”, en honor de nuestra querida, admirada y siempre recordada gran artista e investigadora folklorista Casandra Damirón de Rivera, esposa y viuda del notable músico Luis Rivera.

“El Soberano”, llamado así porque a ella la bautizaron, con justicia, la Soberana, se otorga al trabajo de toda una vida en el mundo del arte, no así solamente a la labor del año anterior.

Para premiar lo sucedido en el año anterior a cualquier ceremonia de premiación están unos 30 ó 40 premios, mientras que “El Soberano” debe reservarse para, reitero, el trabajo de una vida dedicada al arte en sus diferentes manifestaciones.

Claro, puede darse el caso de que un artista que lo merezca por algo que hizo el año anterior, también coincida con su trabajo de toda una vida. Pero nunca repitiendo, para ser más justos.

Pongo un caso como botón de ejemplo: José Manuel López Balaguer, El Cantantazo, podría tener un año un trabajo extraordinario y merecer un premio por lo que hizo ese año, pero también por lo que ha hecho durante más de 60 años. Un Soberano… y ya!

Pero… los olvidos están a la orden del día en cuanto a figuras que lo merecen por su obra de por vida, hasta tal punto que el programa radial “El Gobierno de la Mañana” tuvo que desarrollar una intensa, fuerte, coherente, sostenida y emotiva campaña para que ese premio se le diera, como se le dio por presión de dicho espacio, al maestro Rafael Solano.

¿Se imaginan ustedes que para darle El Soberano a Fello Solano fue necesario una campaña casi agresiva de un programa radial, cuando se suponía que hacía tiempo debieron dárselo y sin necesidad de una campaña? Así pasa con docenas de figuras cuyo trabajo de toda una vida es merecedor de El Soberano, y sin embargo son ignoradas hasta el punto increíble de que ni siquiera se les menciona.

Y así murieron docenas de grandes merecedores a los que nunca se les entregó “El Soberano”, y habría que pensar que los que cometieron, ese crimen de lesa arte lo hicieron o por apatía, o por desidia o por superficialidad o simplemente por ignorancia.

Le dieron “bola negra” a artistas inmortales de la talla de Juan Lockward (no hablo de premios dizque especiales sino de El Soberano), Pancho García, Teté Marcial, Moisés Zouian, Bienvenido Brens, Nicolás Yabra, Rafael Sánchez Cestero, Alberto Beltrán, Napoleón Dihmes, Violeta Stephen, Radhamés Reyes Alfau, Liliano Angulo, Licinio Valerio, Juan Llibre, Carlos Lebrón Saviñón, Julio Ravelo De la Fuente, Manuel Miniño, Antonio Morel, Armando Cabrera, Tavito Vásquez, Jesús Torres Tejeda, Niní Germán, etc. Todos los citados estaban vivos cuando el premio fue establecido.

Y hoy se ignora para fines de “El Soberano” a otros notables, éstos vivos: Primitivo Santos, Cuco Valoy, Ivonne Haza del Castillo, Marianela Sánchez, Jacinto Gimbernard Pellerano, Vicente Grisolía, Floralba Del Monte, Monina Solá, María Cristina Camilo, Arístides Incháustegui, Henry Ely, Caonex Peguero, Manuel Troncoso, Fernando Casado, Athony Ríos, Rhina Ramírez, Milagros Lanti, Papa Molina, Josefina Miniño, Panchito Martín MENA, Estela Cuesta, Florencia Pierret, Bernarda Jorge, Víctor-Víctor, Patricia Ascuasiati, Armando Recio, Guarionex Aquino, Elenita Santos, Víctor-Víctor.

Angelita Curiel, Julio César Imbert, Luis Kalaf, Julio De Windt, Luchi Vicioso, Freddy Mondesí, Manuel Tejada, Johnny Pacheco, Dioni Fernández, Cheo Zorrilla, Aníbal de Peña, Franklin Domínguez, Angel Muñiz, Willie Rodríguez y una lista interminable.

Esta lista, por cierto, la hice de memoria por eso (pido perdón ante las omisiones) el viernes 7, el lunes 10 y el martes 11 de abril pasado. Hago la aclaración para que ustedes agreguen nombres a sus propias listas.

¡3 Soberanos para Juan Luis Guerra y ninguno para docenas y docenas que lo merecen!

Cápsulas

Mencionar los derechos civiles en los Estados Unidos es hablar del doctor reverendo Martin Luther King, asesinado en 1968 en la ciudad de Memphis, estado de Tenesí. Este hombre ilustre fue en un momento dado la conciencia de los Estados Unidos, el predicador y formidable activista que tocó un clarín de respeto como no se escuchaba allí desde los días del gigante Abraham Lincoln, el manumitor de los esclavos. Pero es bueno señalar que también hubo, incluso antes que el doctor Martin Luther King, otros que pusieron su granito de arena en la lucha de las reivindicaciones sociales, humanas, económicas, culturales, etcétera.

Un caso significativo fue el de la señora Rosa Parks, aquella digna mujer negra que se negó a aceptar la regla malvada de que cuando un blanco entraba a un autobús si no había asiento vacíos el negro o la negra más próxima al blanco tenía que pararse y ceder su lugar.

Pero…un día la señora Rosa Parks consideró que ya estaba bueno de abusos, racismo, discriminación, privilegios y atentados contra la dignidad humana: se negó a ceder lo que le correspondía.

Fue apresada, sometida, juzgada y condenada. Pero ya el ejemplo estaba dado, y de en ahí adelante surgió una cadena de negros dispuestos a no pararse ante el blanco, y ya la “ley”, la “autoridad” y demás no pudieron pasarse las horas, los días, las semanas y los meses deteniendo, juzgando y condenando a los que siguieron el ejemplo de una ama de casa desconocida, llamada Rosa Parks.

Bueno, igual de oportuno es mencionar lo que en la Cámara de Representantes hizo el abogado y activista Adam Clyaton Powell en defensa de su raza, y de todas las razas, de todos los derechos, de la igualdad, de la justicia y del rechazo a la discriminación.

Propicia también es la ocasión para recordar a otro coloso de las luchas civiles, de las conquistas libertarias, de los afanes contra la discriminación: el gran Jackie Robinson, que en 1947 rompió la barrera de color en el béisbol de las Grandes Ligas. Fue el primer pelotero negro que jugó allí, con los entonces Dodgers de Brooklyn, hoy de Los Angeles.

Como Jackie Robinson era de un equipo de la Liga Nacional, justo es rendir un tributo parecido al primer negro en la Liga Americana, apenas 3 meses después: Monte Irving, con los Indios de Cleveland.

Es el momento de parar los ejemplos para caer en el ejemplo final, que motiva este artículo.

Otra ley abusiva, absurda, discriminatoria, violadora de los derechos humanos, atentado contra las libertades innatas del ser humano lo constituyó en Estados Unidos la que prohibía los matrimonios internacionales, o sea, la boda de un negro con una blanca o un blanco con una negra.

En 1958 la negra de origen indígena Mildred y el blanco Richard Loving se casaron en violación a las leyes estúpidas y criminales del estado de Virginia, que prohibían tal relación y la calificada de “cohabitación ilegal”.

Fueron detenidos, sometidos, juzgados y condenados, pero sus abogados acudieron a la Suprema Corte de Justicia, y ésta declaró inconstitucional tal prohibición.

Después de esa decisión sabia, justa, prudente y moderna, otros 20 estados tumbaron dicha prohibición, acción que creció hasta llegar al año 2000 cuando el estado de Alabama fue el último en anularla.

En la propia Virginia, donde vivía respetada, admirada y tenida como un símbolo de lucha por los derechos civiles, acaba de morir, a los 68 años de edad, la precursora Mildred Jeter-Loving.