viernes, 23 de mayo de 2008

Cápsulas

La resolución 181 de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas decidió que en la zona de la Palestina, otrora dominio británico, se establecieran dos estados: el israelí y el palestino.

Esa posición del citado organismo mundial se adoptó el 29 de noviembre de 1947, y parecía que sería una especie de solución “salomónica a la crisis violenta entre judíos y árabes.

Al año siguiente, se creó el estado de Israel, que hoy es, 60 años más tarde, un estado modelo, paradigmático, digno de ser imitado y una especie de vitrina de hasta dónde puede llegar un pueblo perseguido en sus justos afanes de tener una patria negada por siglos.

Los judíos de todo el mundo vieron allí la tierra prometida, el Canaán moderno, el suelo de Moisés y de Josué, y así comenzó el viaje internacional hacia ese lugar, sumándose los repatriados a los judíos que ya vivían en esa zona.

Los judíos estamos celebrando, repito, el 60 aniversario de la fundación de nuestro Estado, convertido en un milagro de progreso, de desarrollo, de superación, de democracia y de la fuerza de una raza y una religión empeñada en lograr un puesto de importancia en el mapa mundi.

Cuando digo nosotros es porque yo soy judío, ya que mi familia es sefardita o sefardí, llamados también judíos blancos que llegaron aquí procedentes de las islas Canarias y formaron la Villa Blanca, después San Carlos.

Yo creo que nosotros, los judíos, debemos estar orgullosos de tener un Estado que es ejemplo para el mundo, y que el mundo debe tomar ese Estado como marco de referencia en cuanto a superación.

Tras siglos de persecuciones, asesinatos, deportaciones, pogromos, campos de exterminio y toda una variedad maldita de agresiones contra los judíos, la perseverancia, el esfuerzo, el sacrificio, la lucha, la coherencia, la verticalidad, el valor, la firmeza y la capacidad permitieron a los judíos tener su tierra, su destino, su patria, su Estado.

Son 60 años de conquistas que van de la literatura a la ciencia, de la política a la filosofía, de la agricultura a la minería, de lo militar a los partidos políticos, de la lucha armada al periodismo cuestionador, de la diplomacia a la música, en fin, de empezar en cero hasta llegar a 100 en las notas del examen general.

Sólo una raza superior era capaz de hacer, en apenas unos 21 mil kilómetros cuadrados y poco menos de 7 millones de habitantes al día de hoy, un Estado modelo en medio del desierto, la arena, la falta de agua, las guerras, los adversarios, etcétera.

Israel es uno de los países más importantes del mundo, cuando se trata de uno de los países más pequeños y menos populosos, por lo que no es difícil colegir que estamos en presencia de una de las grandes hazañas de la humanidad.

Pero… 60 años después no se cumple la otra parte de la resolución de la ONU que creó también el estado Palestino, al estado de gente sufrida, perseguida, acosada, asesinada, relegada, maltratada y habiendo padecido un martirologia igual que el sufrido por nosotros, los judíos.

Las clases dominantes de Israel, con el apoyo de Estados Unidos, se niegan a cumplir la mencionada resolución de la ONU, reiterada 7 veces a través de estos 60 años, mientras sigue el exterminio de los palestinos, el genocidio palestino, el Holocausto palestino.

¿Cuándo será que los palestinos tendrán su Estado y podrán celebrar con sus primos israelitas la culminación de ese proceso que comenzó el 29 de noviembre de 1947?

¡Qué abuso! ¡Qué crimen de lesa humanidad!

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